lunes, 24 de octubre de 2011

Lo otro en los textos fílmicos y literarios fantásticos

Los textos literarios y fílmicos que se analizarán en esta oportunidad son Los Otros de Alejandro Amenábar del género fílmico de terror,  La casa de asterión de Jorge Luis Borges y Casa Tomada de Julio Cortazar, ambos de géneros literarios.
En este ensayo comparativo se analizará cómo aparece lo otro de forma estética en los textos y como los personajes actúan ante ello y nosotros los espectadores como tomamos “lo otro” a través del procedimiento de la inversión.
Cuando hablamos de lo otro en La casa de Asterión es lo que siente el personaje sobre lo que se encuentra afuera. El personaje no quiere tener ninguna relación con el mundo exterior el se sabe único, prefiere vivir en su laberinto. Lo de afuera que es la gente, ve lo otro, en esta criatura que esta encerrada en su laberinto.

“Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales […] El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda transmitir a otros hombres” 1

En cambio en Casa tomada como en Los otros esa aparición de lo otro se da dentro de la casa, dentro de lo que les parecía normal y de pronto, se vuelve algo sobrenatural, no esperado. Ahí es cuando el espectador ve el procedimiento de la inversión que ocurre en el texto.
En Casa tomada lo otro va apareciendo de a poco y se manifiesta con ruidos y se los describe como cosas inexplicables.

El sonido venía impreciso y sordo como un balancearse de silla sobre la alfombra o un ahogado susurro de conversación”2

Los personajes no salen de esta casa, viven para ella y este “ser” sobrenatural o cosa que aparece en la casa hace que ellos se tengan que acostumbrar y dejarles el lugar que van ocupando de la casa, es decir, los personajes no actúan y no luchan ante lo otro y aceptan la realidad que les toca vivir.
En cambio en Los otros lo otro se manifiesta con ruidos y cosas sobrenaturales que van pasando a lo largo de la historia. Ahí es cuando el espectador, por influencia de la niña Anne, se meten en el procedimiento de ambigüedad de lo otro. En la escena donde se ve a Anne y a Nicholas, su hermano, en la habitación para dormir y Anne comienza a hablar y a discutir con ese ser, para ellos, sobrenatural o no conocido. Es entonces cuando el espectador no sabe si creerle o no a la niña, se es ella quien hace los ruidos y toda la actuación para asustar a su hermano. Mediante la película nos vamos dando cuenta de que realmente esos “otros” son ellos mismos, que son personas ya fallecidas. Es así como surge esa ambigüedad y nos damos cuenta de lo que realmente es “lo otro” para ellos, y lo que es “lo otro” para los espectadores.
En conclusión, decimos que en La casa de Asterión es muy diferente lo que ocurre en los otros textos ya que hay una diferencia en lo otro. “Lo otro” sucede en el pensamiento de lo de afuera de Asterión y, a su vez, los de afuera piensan que Asterión, un monstruo es realmente lo otro. En el caso de Los otros también surge esa inversión pero sabemos realmente lo que pasa, como en Casa tomada, que sabemos que la casa es tomada por “lo otro”, pero en este caso no hay lucha contra eso, al contrario del film.

1 BORGES, Jorge Luis, “La casa de Asterión”, El Aleph, Buenos Aires, Emecé, 1991.
Cortázar, Julio, en Bestiario, Buenos Aires, Sudamericana, 1982